Sun n Sea empezó siendo una oportunidad de negocio y se volvió una parte fundamental de mi proyecto de vida.


Trabajé 8 años para Maaji, una marca de vestidos de baño colombiana a la que le debo mi aprendizaje en la industria de la moda y específicamente de los vestidos de baño.


Durante mi último año como empleada, por regalos de la vida coincidí con Juan y Diana, unos conocidos de los universidad que gracias a Sun n Sea ahora son mis amigos, y con quien en compañía de Cami quien entonces era mi novio, empezamos la remodelación de un local en San Andrés con una vista al mar increíble que se convertiría en parte fundamental de mi proyecto de vida.


Un proyecto, que alguna vez fue una idea y que al materializarlo me ha permitido aprender de mí y de los demás, me ha permitido confiar, formar, crecer en todos los aspectos de la vida, contactar con extranjeros, isleños, turistas de muchas partes de Colombia y con marcas que han hecho sus apuestas por tener productos diferenciados, con propósito y una calidad impecable, pero sobre todo que me ha acercado al mar, al viento, a la arena, el kitesurf, al buceo, a los amigos… Y es que cuando se va por el camino correcto es evidente porque se siente plenitud, equilibrio, balance.


Sun n Sea me ha permitido empoderar mujeres que llegan con dudas porque no saben si un vestido de baño las va a quedar bien, las va a hacer sentir cómodas, y es que aunque esas cualidades van por dentro, ante un momento de vulnerabilidad como lo es la playa o cualquier otro escenario que implique estar en poca ropa delante de muchos espectadores, sentirse increíble es el primero y más importante de todos los requerimientos.


Sun n Sea me ha permitido conectar con marcas colombianas llenas de propósito y ser su vitrina para turistas extranjeros y nacionales que saben apreciar el diseño y calidad de los productos de alta categoría colombianos. 


Me ha permitido formar un equipo de trabajo del cual me siento orgullosa, porque como dice Camilo mi esposo, “cuando impactamos positivamente la vida de una persona con su trabajo, cambia no solo esa persona sino todo su ambiente, su entorno cercano”.


Pero sobre todo, me ha permitido conocer a fondo a San Andrés, un paraíso terrenal lleno de magia pero abandonado estatalmente, con realidades duras para los isleños y los animales, de una cultura desentendida y que evade pero que al final es tan humana como yo, como cualquiera y que al ser mirada con el velo del amor, me ha enseñado que por duro que sea, cuando se vibra en gratitud y amor, todo lo que llega a la vida es abundancia.


Conoce más de toda la esencia de nuestra marca aquí

12 abril 2023 — Sun n Sea Store